Seguramente estamos viviendo una época de grandes transformaciones,
aunque la distancia temporal todavía no nos permita percatarnos de ello. Por
lo tanto, es más necesario que nunca cuestionarnos lo que sucede a nuestro
alrededor, si el rumbo del mundo es el que realmente queremos o si la
sociedad que estamos construyendo es la que deseamos. Solo si detenemos
un momento nuestras frenéticas vidas podremos ser capaces de reflexionar
sobre ello. Porque pensar es cada día un ejercicio más difícil para nuestros
cerebros de mono, saltarines de un estímulo a otro, incapaces de hilvanar un
pensamiento tras otro que nos permita analizar la realidad.