¿CABE UN INFORME (O PROYECTO) EN UNA INFOGRAFÍA?

Es obvio que la respuesta es no. Es imposible concentrar todo el contenido de un informe en una infografía, por muy compleja y extensa que sea. Sin embargo, la respuesta no es tan sencilla si formulamos la pregunta de otra manera: ¿Podemos comunicar todo un informe o proyecto a través una infografía? Ahora la respuesta ya no es tan clara, y la razón estriba en las características actuales de la comunicación.

En la actualidad todo el mundo tiene asumido que la comunicación es cada vez más visual y menos textual. Sin embargo, esta realidad no está interiorizada en muchos ámbitos (académico, investigador, institucional, corporativo, etc.) donde el formato clásico (documento más o menos extenso) sigue siendo la herramienta principal para comunicar ciertos contenidos. Esta falta de adaptación está haciendo que la influencia social de muchos agentes, otrora relevantes en el debate público, vaya menguando en la medida que las nuevas generaciones se alejan cada vez más de los formatos utilizados hace apenas dos décadas para transmitir determinado conocimiento.

Una infografía, como otros formatos visuales, es una herramienta de comunicación muy útil para una primera aproximación a nuestro público objetivo. No es lo mismo comunicar a través de una infografía visualmente atractiva, que a través de un artículo de prensa de mil palabras, de un resumen ejecutivo de diez páginas o de un informe de cien páginas. Una infografía nos puede servir para ganarnos la atención de nuestro público, algo de extrema importancia en un contexto donde captar la atención es mucho más difícil debido a la cantidad de información con la que somos bombardeados diariamente. Una vez captada la atención y transmitidos los mensajes e ideas más importantes a través de la infografía, si nuestro lector continúa interesado en nuestro trabajo, podrá ampliar la información accediendo a nuestro informe debidamente vinculado a través de la infografía.

Una infografía no sustituye al informe, es más, para hacer una buena infografía es necesario una buena información de base. Pero una infografía sí tiene más capacidad comunicativa porque es capaz, de forma visual, de transmitir la esencia de un conjunto de información compleja.

En un trabajo reciente elaborado para el proyecto europeo CreativeWear, recibí el encargo de elaborar materiales de comunicación para un público amplio. Uno de estos materiales fue una infografía que, de forma visual y sintética, informaba al lector de la finalidad del proyecto, cuáles eran los principales resultados y su conclusión más importante.

Obviamente, esta labor requiere un esfuerzo previo de análisis del informe completo del proyecto, de síntesis y selección de los principales mensajes, estructura y organización de los contenidos, y finalmente un trabajo de diseño gráfico.

Lamentablemente, las infografías son todavía las grandes olvidadas de la comunicación de información y datos. Pero no hay duda de que el futuro es de ellas.